UN CUENTO

Yo no era nada,
pero tu me hiciste príncipe.
El príncipe de un cuento.
El adalid de las Virtudes,
el representante del 
amor sin dueño. 
Yo no era nada, 
pero tu me hiciste eterno.
Me modelaste de arcilla
como mundano Adán,
que no vio a Dios sino 
a tu figura, etérea maravilla,
no hecha de carne sino de sueños.
Yo no era nada, 
pero tu me diste vida.
me hiciste leyenda, 
me coronaste de lilas,
me prometiste la existencia.

Más yo era nada.

La nada solo puede ser nada.


Ha llegado el invierno, el invierno
de nuestro cuento,
y con el la lluvia, y la nevada.
Se derrite mi arcilla y
me hago ungüento. 
Caído en la calma del olvido,
más el olvido no me calma.
Ya no soy príncipe, 
ya no porto capa y espada,
ni el cáliz de tus besos, 
ni el fuego de tu mirada.
Y es que aquello era un cuento, 
pero un cuento sin hadas . 
Un cuento real donde 
algo es algo, y yo soy nada.

Nacimos en la tierra.

Nacimos en la tierra.
Nos prometimos domar al viento.
Caminamos juntos, difíciles veredas.
Camino de espinas, no de sarmientos.

Fuimos uña y carne, más
no de carne hermanos,
sino de sentimientos.
Un corazón, distinta sangre.
Mismas ideas, distintos cuerpos.

Y ahora…

Ya no somos lo que éramos.

La suerte cambió tu camino.
Nos separó, como viento separa
paja y arena.
Tú seguiste al destino
y yo me destiné a contar pesares
y a beber mal vino.

Y con el vino,
vino mi alma en pena.
Vino mi corazón frío.
Vino mi copa siempre llena.

Y no por vino, sino recuerdo,
soñaba menos dormido que despierto.
Pues, como dijo el sabio: el
recuerdo es alimento de vida.
El recuerdo es sustento de sueños.

Recuerdo las tardes de verano.
Recuerdo a dos críos fumando a
escondidas. Lejos de ojos
curiosos, gestos airados,
y miradas atrevidas.

Gustoso, fumé los cigarrillos que
no había probado, para
ahorrarte padre castigo.
Que tu padre castigaba con caricias.
Con las caricias de un cinto.

Por ti fui gladiador,
vertí mi sangre en la arena.
En la arena del patio de la escuela.
Te defendí de puños y patadas
de payasos y gañanes.
A veces justos y a veces injustos.
No eras famoso en aquellos lares.

A los 20 volaste del nido, mochila al hombro.
Pocas monedas en el bolsillo,
libertad latiendo en el pecho hondo.

Te juntaste con buenos amigos.
Con buenos amigos de tu dinero.
Amaste a hermosa torera.
Ella tenía el capote,
tú tenías los cuernos.

A los 20 llegaste a mi puerta,
sin pan, techo o dinero.
Harto de cobijarte bajo
las nubes de enero.

Llamaste a mi puerta, y
te abrí mi corazón.
Tu gesto mostraba tristeza.
Mi rostro ofrecía el perdón.

Eso es la amistad.

Han pasado varios años,
mi piel ahora es surco de arado.
Mi cabello es trigo de nieve
tapizado.

De nuevo, tú, mi amigo, elegiste
un camino.
Un camino distinto al mío.
La vida es tela de araña,
cada filamento un destino.

¡Llaman a la puerta!
Apareces en mi umbral.
El umbral de mi vida y
el umbral de mi hogar.
¡Viejo amigo, amigo viejo!
Abrazo fuerte, como fuertes
son los recuerdos.

Dos manos unidas.
Una nueva sonrisa.
Mil sentimientos.

Eso es la amistad.

Un muro que aguanta tormentas.
Tormentas de pesares y traiciones.

Un gesto alegre, que responde
a un mal gesto.
Una mano para el amigo que vuelve.
Un abrazo siempre dispuesto.

Eso es la amistad.

Líneas

Tus años ya han pasado.
Nuevos caminos en el frente.
Ya no vives un sueño, sino sueñas una vida,
más tus sueños se desvanecen, como
se desvanece tu gente.

Elegiste lineas paralelas.
Ellos eligieron tangentes.
Ya no saben de recuerdos de
dulces tardes de verano, ni de risas ni
de abrazos. Ni de roces de manos.

Veintitantas primaveras han pasado,
más exiguas primaveras.
No sientes calor de amigo,
sientes la soledad olvido.
Tu invierno se avecina
como rocío del amanecer.
Amanecer de tus penas.
Soledad en las venas.

Soledad.

La Soledad es El Frío.
Hiela tus sentimientos para que caigas en el olvido.
Para que no recuerdes que estas solo.
Que ya no sientes ni a tus amigos.

Ingravidez

Livianos los pies y ligero el cuerpo.
Flotas en el firmamento.
El mundo a tus pies y ensueño
en tu cabeza.
Hablas y ríes, te haces sincero,
impones tu ley, acaparas el mundo,
Eres todo certeza.
La gente te saluda y ríe tus bromas.
Eres un dios.
Un coloso de Rodas.
Todos te quieren.
Todos te adoran.
De pronto, tu dulce nube se desvanece.
Tu ingravidez se esfuma.
Desaparece el efluvio etílico
que tu mente adormece.
Miras a tu alrededor, ya no ves risas ni
manos amigas. Solo gestos forzados
y sonrisas vacías.
Conoces a todos y no conoces a nadie.
Todos son amigos, pero a nadie le atañes.
De nuevo te sientes solo.
De nuevo te sientes triste.Bienvenido al mundo real.
Bienvenido al mundo en que naciste.

"El Marinerito que Vive en tu Patria"

Quisiera ser marinerito
para perderme en la negrura
y bucear en el infinito,
la negrura de tus pupilas,
que iluminan caminos aun siendo oscuras.

Llegar a las antípodas
cruzar tu pecho y
llacer en tu cuna.

Y soñar con que soy aire que roza tu cintura,
que mece tus cabellos,
que bebe de tus labios,
Que pone a tus pies la luna.

Un minuto mas. Te espero...

De esperar pierdo la esperanza.
Esperanza que hace la espera menos amarga.

De esperar se me cansa el alma,
envejecen mis manos,
y se tuerce mi espalda.

Esperar el sonido de tus silencios
y el silencio en tus palabras.
Esperar una mano, una risa, un gesto
una caricia, un te quiero, un gracias.

De tanto esperar
espero no espera vana.
Pues no hay peor espera que
la que hiere el orgullo e
hiere el alma.

Desde que estas aqui...

"Desde que estas aquí..."

No dudas cuando hablas
más para callar si dudas.
Eres ágil con las palabras,
pero tus palabras están desnudas.

"Desde que estas aquí..."

Tu conciencia te traiciona,
transparente es tu persona.
Hablas con la gente,
bonitas son tus palabras.
Mas tu actitud miente.

Te escudas en presencia ajena;
te sientes protegida, y
No te sientes indefensa.
Pero cuando luna esta llena,
y cambia la marea, desaparece
tu dulce mascara.
Callan tus bonitas palabras
y entonces tus silencios hablan.
Y dices:

"Desde que has llegado...todo va peor"