jueves, septiembre 04, 2008

Nacimos en la tierra.

Nacimos en la tierra.
Nos prometimos domar al viento.
Caminamos juntos, difíciles veredas.
Camino de espinas, no de sarmientos.

Fuimos uña y carne, más
no de carne hermanos,
sino de sentimientos.
Un corazón, distinta sangre.
Mismas ideas, distintos cuerpos.

Y ahora…

Ya no somos lo que éramos.

La suerte cambió tu camino.
Nos separó, como viento separa
paja y arena.
Tú seguiste al destino
y yo me destiné a contar pesares
y a beber mal vino.

Y con el vino,
vino mi alma en pena.
Vino mi corazón frío.
Vino mi copa siempre llena.

Y no por vino, sino recuerdo,
soñaba menos dormido que despierto.
Pues, como dijo el sabio: el
recuerdo es alimento de vida.
El recuerdo es sustento de sueños.

Recuerdo las tardes de verano.
Recuerdo a dos críos fumando a
escondidas. Lejos de ojos
curiosos, gestos airados,
y miradas atrevidas.

Gustoso, fumé los cigarrillos que
no había probado, para
ahorrarte padre castigo.
Que tu padre castigaba con caricias.
Con las caricias de un cinto.

Por ti fui gladiador,
vertí mi sangre en la arena.
En la arena del patio de la escuela.
Te defendí de puños y patadas
de payasos y gañanes.
A veces justos y a veces injustos.
No eras famoso en aquellos lares.

A los 20 volaste del nido, mochila al hombro.
Pocas monedas en el bolsillo,
libertad latiendo en el pecho hondo.

Te juntaste con buenos amigos.
Con buenos amigos de tu dinero.
Amaste a hermosa torera.
Ella tenía el capote,
tú tenías los cuernos.

A los 20 llegaste a mi puerta,
sin pan, techo o dinero.
Harto de cobijarte bajo
las nubes de enero.

Llamaste a mi puerta, y
te abrí mi corazón.
Tu gesto mostraba tristeza.
Mi rostro ofrecía el perdón.

Eso es la amistad.

Han pasado varios años,
mi piel ahora es surco de arado.
Mi cabello es trigo de nieve
tapizado.

De nuevo, tú, mi amigo, elegiste
un camino.
Un camino distinto al mío.
La vida es tela de araña,
cada filamento un destino.

¡Llaman a la puerta!
Apareces en mi umbral.
El umbral de mi vida y
el umbral de mi hogar.
¡Viejo amigo, amigo viejo!
Abrazo fuerte, como fuertes
son los recuerdos.

Dos manos unidas.
Una nueva sonrisa.
Mil sentimientos.

Eso es la amistad.

Un muro que aguanta tormentas.
Tormentas de pesares y traiciones.

Un gesto alegre, que responde
a un mal gesto.
Una mano para el amigo que vuelve.
Un abrazo siempre dispuesto.

Eso es la amistad.